La vergüenza de un anime llamado Naruto Shippuden

Sí señores ( y señoritas), el capítulo 24 del anime de Naruto Shippuden ha sido la gota que ha colmado la paciencia de un servidor, y 24 capítulos son mucha paciencia. Después de la bochornosa estafa ¡¡de casi 90 episodios de relleno!! celebrábamos este año con la llegada en febrero de la continuación de la historia de Naruto en el anime sin saber lo que nos esperaba.

Los tres primeros minutos, con una animación y un dibujo excelente junto a un opening expectacular, vaticinaban una época aún más brillante que la anterior, únicamente difamada por decenas de capítulos sin sentido y sin continuidad en el universo de Naruto. Todo eso se ha ido truncando a medida que el anime ha avanzado. No solo es lento sino que, encima, a estas alturas del siglo XXI nos encontramos con la técnica de emisión barriobajera conocida como "capítulo bueno-capítulo malo" a lo Dragon Ball. O sea, utilizan una animación "normal" en un capítulo y en el siguiente pésima, o peor que pésima pero no encuentro la palabra. De modo que llegamos a un momento en que de los 20 minutos que dura el episodio (y esto lo he contado) entre repeticiones, historias huecas de relleno y demás jilipolleces nos dejan con tan sólo 5 minutos reales de historia que, para colmo, significan tan sólo 4-5 páginas de un capítulo del manga. Desesperante.

Por otro lado la animación no es que sea mala, es que mi sobrino de 8 años con un lápiz lo haría mucho o mejor, o como dice un amigo con el que veo los capítulos: "hasta los fruitis tenían una animación más digna". Escenas de combate horribles, esperpénticas... ¡¡dios!! alguien recuerda el combate entre Naruto y Sasuke en la primera parte de la serie ¡fue épico! Lo de ahora parece que lo han parido entre una rata y un mojón. Sí, mojón, así es como defino la nueva etapa de anime de Naruto, mojonera total.

Y no hablemos de la música, aún recuerdo como la emoción de la historia se acrecentaba con esa tremenda banda sonora que ni se han molestado en perpeturar, variar o mejorar. Así que aquí me bajo, se acabó. Sigo sin entender como los fans japoneses de la serie permiten algo así, es más, como un autor puede dejar que hagan algo tan nefasto y vergonzoso con su obra. Prefiero destinar esos 20 minutos aunque sea a volver a ver Friends, sin duda una de las mejores series que la televisión ha parido y que por más que la veo nunca para de regalarme carcajadas y buenos momentos.