Esta entrada es, y será, totalmente egoista puesto que siento especial predilección por este autor y quisiera dedicarle un artículo entero como uno de los máximos representantes del tebeo gay europeo publicado en nuestro país. Mis andanzas con Ralph König siempre se las tengo que agradecer a mi querida amiga Sandra, que hace unos años decidió regalarme algunos tebeos de los que tenía que desprenderse y entre ellos había algunos de Ralph König.
Todos aquellos que lo habéis leído alguna vez estoy seguro que comprenderéis, aunque sea un poquito, mi afición por este dibujante, pero los que no os preguntaréis ¿A qué viene tanto bombo? Ralph König es un historietista abiertamente gay que, ante todo, sabe narrar. Es como un guía que dirige al lector, paso a paso, allá donde quiere que vaya. Las direcciones pueden ser muy variadas: en ocasiones el destino es simple y llanamente el disfrute sexual de los personajes, en otras la vida gay en la gran ciudad e incluso en el pueblo, pero siempre encontrándole el punto de humor justo a todo. Sin embargo, en otras, Ralph König consigue ir más allá metiéndote de lleno en una historia que comienza con algo tan normal y absurdo como es un simple capricho del protagonista que, en parte, puede que lo entiendas o no pero te parece gracioso; cuando te das cuenta ya estás de lleno viviendo las irónicas andanzas del personaje para que, cuando menos te lo esperes, ya ha alcanzado de lleno tu corazón. Y es ahí donde te engancha.
Así pues, la grandeza de König reside en "engañarnos" a través de historias, en un principio superfluas, donde los clichés dejan de ser tales y se convierten en una muestra real del mundo gay al que tienen que enfrentarse los protagonistas y en el que no siempre el humor triunfa. De ahí su popularidad, que ha llevado a que sus comics hayan vendido millones de copias en todo el mundo.
¿Y qué podemos encontra aquí en España sobre este autor? TODO. No hay librería especializada de comics en la que no haya, como mínimo, un ejemplar de su obra. Y ahí radica el problema en la entrada de hoy ¿Qué se recomienda cuando la producción de un dibujante es tan buena, amplia y variada? TODO, OTRA VEZ. Sin embargo, me voy a centrar en recomendaros tres de sus obras para aquellos que queráis empezar a leerlo ya que, las cosas como son, sus últimas novelas gráficas han sido un poco irregulares. Ah, eso sí, también lo podéis encontrar regularmente en la revista El Jueves ;)
En primer lugar, El diván de la psicóloga, novela gráfica por la que creo que Ralph König merece un Pullizer, así de claro. Aquí el caricaturista nos narra la historia de Silke, una psicoterapeuta que ayuda a sus pacientes en asuntos amorosos hasta que ella misma conoce a un "hombre de pueblo" que se siente atraído por ella. Eso no estaría mal sino fuera porque él representa todo lo opuesto a lo que ella quiere en la vida. Por eso contará con la inestimable ayuda y opinión de Bert, un oficinista gay que es su mejor amigo. A partir de aquí la historia es un discurrir de situaciones dialogadas (sí, también hay sexo) entre los personajes donde el parque, la oficina, el metro e incluso un McDonald's se convierten en consultas y divanes improsivados para todos los personajes, incluso la propia psicóloga.
Podéis besaros. König cuenta en su haber con dos personajes que son inherentes a su bibliografía: Konrad y Paul. Dos gays totalmente opuestos pero enamorados el uno del otro que, pase lo que les pase, siempre vuelven a caer en los brazos del otro. Entonces ¿qué sucedería cuando deciden casarse? ¿Qué sucede cuando uno está empeñado en una boda mientras al otro le da todo igual y solo piensa en el sexo? Y más cuando se "lía" con un heterosexual maníaco posesivo.
Finalmente, Roy y Al. La diferencia con Konrad y Paul es que... son perros. Y este comic, además, para los amantes de los perros (y los que tenemos uno) es una delicia. La historia comienza cuando Al, un terrier, tiene que irse a vivir a casa de un homoexual que ya tiene un perro, Roy. Los problemas para Al comienzan cuando se da cuenta de que Roy es como su amo: homosexual, deshinibido y únicamente tiene cerebro para el sexo. Os puedo asegurar que es uno de los tebeos más desternillantes que han pasado por mis manos y, a diferencia de la gran mayoría de obras de König, es en color.
Y hasta aquí hemos llegado hoy. Podría dedicarle un blog entero a Ralph König pero no va a ser el caso, así que espero que de algún modo a alguien le haya provocado un poco de ganas adentrarse en este caricaturista del humor de situaciones gay porque os aseguro que no podéis dejarlo pasar.
¿Vamos ya con el cómic español? Que vaaa, antes nos quedan los autores americanos y, sobre todo, las autoras americanas, ya que en Estados Unidos es donde más triunfa el cómic homosexual de mujeres y en España podemos contar con la mayoría de títulos. Así pues nuestra próxima entrega va a ser:
Los cómics de temática homosexual en el mercado español (VII): Cómic amerciano: autores
Todos aquellos que lo habéis leído alguna vez estoy seguro que comprenderéis, aunque sea un poquito, mi afición por este dibujante, pero los que no os preguntaréis ¿A qué viene tanto bombo? Ralph König es un historietista abiertamente gay que, ante todo, sabe narrar. Es como un guía que dirige al lector, paso a paso, allá donde quiere que vaya. Las direcciones pueden ser muy variadas: en ocasiones el destino es simple y llanamente el disfrute sexual de los personajes, en otras la vida gay en la gran ciudad e incluso en el pueblo, pero siempre encontrándole el punto de humor justo a todo. Sin embargo, en otras, Ralph König consigue ir más allá metiéndote de lleno en una historia que comienza con algo tan normal y absurdo como es un simple capricho del protagonista que, en parte, puede que lo entiendas o no pero te parece gracioso; cuando te das cuenta ya estás de lleno viviendo las irónicas andanzas del personaje para que, cuando menos te lo esperes, ya ha alcanzado de lleno tu corazón. Y es ahí donde te engancha.
Así pues, la grandeza de König reside en "engañarnos" a través de historias, en un principio superfluas, donde los clichés dejan de ser tales y se convierten en una muestra real del mundo gay al que tienen que enfrentarse los protagonistas y en el que no siempre el humor triunfa. De ahí su popularidad, que ha llevado a que sus comics hayan vendido millones de copias en todo el mundo.
¿Y qué podemos encontra aquí en España sobre este autor? TODO. No hay librería especializada de comics en la que no haya, como mínimo, un ejemplar de su obra. Y ahí radica el problema en la entrada de hoy ¿Qué se recomienda cuando la producción de un dibujante es tan buena, amplia y variada? TODO, OTRA VEZ. Sin embargo, me voy a centrar en recomendaros tres de sus obras para aquellos que queráis empezar a leerlo ya que, las cosas como son, sus últimas novelas gráficas han sido un poco irregulares. Ah, eso sí, también lo podéis encontrar regularmente en la revista El Jueves ;)
En primer lugar, El diván de la psicóloga, novela gráfica por la que creo que Ralph König merece un Pullizer, así de claro. Aquí el caricaturista nos narra la historia de Silke, una psicoterapeuta que ayuda a sus pacientes en asuntos amorosos hasta que ella misma conoce a un "hombre de pueblo" que se siente atraído por ella. Eso no estaría mal sino fuera porque él representa todo lo opuesto a lo que ella quiere en la vida. Por eso contará con la inestimable ayuda y opinión de Bert, un oficinista gay que es su mejor amigo. A partir de aquí la historia es un discurrir de situaciones dialogadas (sí, también hay sexo) entre los personajes donde el parque, la oficina, el metro e incluso un McDonald's se convierten en consultas y divanes improsivados para todos los personajes, incluso la propia psicóloga.
Podéis besaros. König cuenta en su haber con dos personajes que son inherentes a su bibliografía: Konrad y Paul. Dos gays totalmente opuestos pero enamorados el uno del otro que, pase lo que les pase, siempre vuelven a caer en los brazos del otro. Entonces ¿qué sucedería cuando deciden casarse? ¿Qué sucede cuando uno está empeñado en una boda mientras al otro le da todo igual y solo piensa en el sexo? Y más cuando se "lía" con un heterosexual maníaco posesivo.
Finalmente, Roy y Al. La diferencia con Konrad y Paul es que... son perros. Y este comic, además, para los amantes de los perros (y los que tenemos uno) es una delicia. La historia comienza cuando Al, un terrier, tiene que irse a vivir a casa de un homoexual que ya tiene un perro, Roy. Los problemas para Al comienzan cuando se da cuenta de que Roy es como su amo: homosexual, deshinibido y únicamente tiene cerebro para el sexo. Os puedo asegurar que es uno de los tebeos más desternillantes que han pasado por mis manos y, a diferencia de la gran mayoría de obras de König, es en color.
Y hasta aquí hemos llegado hoy. Podría dedicarle un blog entero a Ralph König pero no va a ser el caso, así que espero que de algún modo a alguien le haya provocado un poco de ganas adentrarse en este caricaturista del humor de situaciones gay porque os aseguro que no podéis dejarlo pasar.
¿Vamos ya con el cómic español? Que vaaa, antes nos quedan los autores americanos y, sobre todo, las autoras americanas, ya que en Estados Unidos es donde más triunfa el cómic homosexual de mujeres y en España podemos contar con la mayoría de títulos. Así pues nuestra próxima entrega va a ser:
Los cómics de temática homosexual en el mercado español (VII): Cómic amerciano: autores
4 comentarios:
Totalmente de acuerdo en cuanto a la maestría de König, no solo por saber llevar una historia sino por hacer un tipo de humor que es completamente suyo, y del que se puede reir tanto un heterosexual como una homosexual. De hecho, tiene parte de culpa de que yo quisiera hacer lo que he dibujado. Totalmente recomendable, lo que me he llegado a reir con las aventuras de Konrad y Paul! :)
Pues las de Roy & Al no te las debes perder!!
Hace siglos que no leo nada de Köning pero recuerdo con mucho cariño la historia de los perretes :D es cojonuda.
Para mí, König es uno de los mejores autores de humor del cómic. Punto. Sin tener en cuenta temática o nacionalidad. Un maestro.
Eso sí, me han resultado curiosas tus recomendaciones. Me gustan más o menos todos sus cómics, pero tengo preferencia por sus obras más explícitas (que curiosamente triunfaron entre el público heterosexual sin ningún problema hace 20 años o más). Con lo mojigato que se está volviendo el mundo ahora...
En fin, Huevos de Toro y El condón asesino son mis favoritas. También El hombre deseado, y recuerdo que me impactó mucho el tratamiento emocional del SIDA en Superparadise.
Jolín, creo que toca ya releer a König, que los tengo todos un poco olvidados, ¡con lo que me ha hecho reir!
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