El Camino de Santiago y yo (1a parte)

Hace 9 años hice el Camino de Santiago, no sé si os lo había contado alguna vez pero es cierto. Por desgracia no pude hacerlo entero, no es que no lo terminase sino que empecé en un punto concreto en función de los días que tenía, para ser exactos desde Burgos, que no es moco de pavo lo que andé.

¿Y cómo es que saco el tema a colación? Nostalgia, la nostalgia me puede, es mi kyrptonita particular. Éste, al ser un año Xacobeo, nos estan bombardeando con continúa información y sobre todo con reportajes que no hacen solo que se me salte la lagrimita.

La pregunta que todo el mundo se hace antes, durante y después es ¿porqué? ¿Porqué una persona hace el Camino de Santiago? Se tiene una perspectiva religiosa y espiritual del tema, pero no es del todo cierto, hay tantas razones como caminantes. ¿Cual fue la mía? Pues fue curioso y estúpido (según se mire) a la vez, simplemente un día de mayo como hoy me desperté y tal como abrí los ojos un pensamiento cruzó mi mente: "Tengo que hacer el camino de Santiago". Esta misma frase se me iba repitiendo durante todo el día. No había visto ningún reportaje al respecto, ni leído nada, pensad que hace 9 años internet no es lo que hoy y ni de lejos había información alguna. Simplemente sabía que tenía que hacerlo, así que me dije "¿Porqué no?" Pensándolo bien no tenía motivo alguno.

Así que empecé a informarme. El proceso duró poco, no encontré nada. Pero nada es nada. Me refiero a que casi nadie podía contarme y los que conocía que habían ido me dijeron que ni se me ocurriera, que volvieron que no tenían ni piernas y ni acabaron porque las pasaron putas. De todas formas no me asusté y pregunté. Después de un mes lo que tenía en mi haber era: un libro que me habían regalado, dos páginas de internet más religiosas que otra cosa y un vídeo vhs de la biblioteca. El libro, del Trotamundos, es lo peor que podéis comprar, parece más una guía gastronómica de hostales y restaurantes que otra cosa, horrible. Las páginas religiosas me sirvieron almenos para descubrir que era la Compostela, documento que acredita que has hecho el camino por motivos religiosos. Y en cuanto al video pues era una guía de iglesias más que otra cosa.

Quizá lo peor fue oir las malas historias y la desinformación que había: nadie me contaba nada bueno, nadie me apoyaba y lo que es peor, intentaban que no fuera. Aquello fue en junio-julio de 2001. Incluso me salió la oportunidad de ir a Nueva York en un ofertón de 9 días por 500 euros dos días antes de irme y dije que no. Jaté hubiera visto las Torres Gemelas un mes antes que cayeran. Pero ¿sabéis que? Lo mejor que hice aquel año fue hacer oídos sordos a todo y a todos. Yo tenía que ir al Camino de Santiago, yo debía ir al Camino de Santiago porque ya había descubierto mi motivo. Ya sabía qué me impulsaba, qué me despertó aquella mañana y podía responder a cualquiera que me preguntase...


Porque si podía hacer eso podría hacer cualquier cosa en mi vida


1 comentarios:

Mikel87 dijo...

Yo tenía intención de hacerlo este verano con un amigo, pero hace tiempo que se enfrió el tema, aunque igual me animo y lo preparo, aunque no se ni dónde empezar a mirar. No tenía ni idea de que el documento se llama "la Compostela".
PD: ¿Podrías contestarme al último comentario que te dejé en la entrada "Crónica salonera 3ª"?

 


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