Creo que ayer hice una frikada...pero no estoy seguro...

Gracias a Dios lo de mi madre ha ido bien y sólo tienen que hacerle las curas pertinentes en el ojo así que ¡viva! ¡viva! *^____^* Pero ayer tarde hice una cosa bien rara...

Quedé con mi primo, el cual me está ayudando en un tema (¡¡gracias!!) y después tenía que ir a cortarme el pelo. Ya se me cae tanto que no hace ni falta ir pero bueno, almenos que lo poco que me queda que sea presentable. Aparte llevaba una barba de dos semanas y soy una persona a las que la barba les sale ya a los dos dias de afeitarse. Eso sí, no tenía un matojo, suena feo pero luzco (cuando me la dejo) una buena barba al estilo papa noel, pero sin canas XDDD.

El caso es que fui al peluquero que, además, es barbero de esos de toda la vida y no sé porqué (ahora viene lo bueno) le dije "también querré que me afeites". Recuerdo la primera vez que me afeité, fue con 15 años (ya os digo que otra cosa no pero la barba me sale a puñaos) y es uno de los mejores recuerdos que tengo de mi padre puesto que fue él quien me enseñó. Él no utilizaba espuma de bote, utilizaba esa brochita suave con un megunje que se hacía él. Recuerdo la primera vez porque fue una sensación realmente agradable pasarse esa brochita suave por la cara y el cosquilleo que me producía. La alegría iba a durarme escasos minutos, enseguida descubriría que poseo una doble combinación mortal: piel sensible y barba fuerte. Ideal para desangrarte en poco tiempo. Así que desde que llevo afeitándome (exactamente 16 años hace este mes) que me dejo la cara echa un giñapo. Creedme cuando os digo que he probado todo método existente sobre la fax de la tierra, pero como me dijo al final el dermatólogo "lo único que puedes hacer es ir con cuidado". En fin, volvamos a la barbería.

El caso es que después de cortarme el pelo de forma irregular y dejarme el lado derecho de la cabeza diferente del izquierdo (cosa que descubriría una hora más tarde) me preparó para afeitarme. ¿Dónde está lo extraño? Es algo que nunca había hecho, nunca nadie me había afeitado en una barbería al estilo pistolero. No sé si fueron los nervios por la operación de mi madre o la idea hacer alguna estupidez o algo diferente ese dia, pero el caso es que pensé "voy a hacer algo que nunca antes he hecho por el simple capricho de hacerlo". Menuda tontería ¿no? Pues sí. Así que le pedí que me afeitase.

Y la cosa empezó a pedir de boca. Mientras el barbero utilizaza la brochita mágica y suave me sentí bastante cómodo, hasta que fue demasiado tarde. Yo soy el único que sabe cómo debe afeitarse para hacerse el menor daño posible. Así que pensé "¡mierda!" y ñaca, primer tajo. No es que me cortara pero imaginad el RAAAAS más agudo que os podáis imaginar. Cuando esta mañana fui a acompañar a mi madre al hospital parecía yo el que con esa cara necesitase ayuda médica.

Creo que es la primera vez que cuento algo así por aquí pero ya que estamos pues tengo que finalizar la historia. Después del corte de pelo irregular y la matanza de Texas en mi cara volví a casa, sinceramente creo que con esa caracterización me hubieran dado el oscar a mi en lugar de a Bardem o quien sabe, me hubieran fichado como el hermano tonto de los Baldwin. No tardé en llegar, sólo nos separan unos 100 metros. Así que abrí la puerta de casa, crucé el recibidor y entré en el cuarto de baño, donde abrí el segundo cajón izquierdo del lavabo y saqué una cajita negra. De tanto en cuanto me gusta comprobar que la brocha de afeitar mi padre sigue intacta como el primer dia ya que no la he vuelto a utilizar. Tengo miedo que con cada pasada se pierdan más recuerdos a medida que van cayéndose las...cerdas. Vaya, con lo bonito que hubiera quedado el final y me lo jode la única palabra de la RAE que puedo utilizar ¬¬