Lecturas de biblioteca: Bullet Points

Uno de los comics que pillé recientemente de la Biblioteca Pública de Lleida era un what if de Marvel: Bullet Points, una miniserie de cinco números escrita por J. M. Straczinsky y dibujada por Tommy Lee Edwards que personalmente me ha gustado bastante. A partir de ahora, Spoilers, avisados estáis.

Bullet Points nos narra la historia de una bala y qué ocurriría si esa bala fuera disparada 24 horas antes de lo habitual, con todas sus consecuencias. (Punto 1, no explican porqué la disparan antes...) Esa bala en concreto era la bala que mató al Dr. Erskine una vez había realizado el experimento que convirtió a Steve Rogers en el Capitán América. Así pues Erskine muere 24 horas antes y con él el experimento, de manera que Rogers nunca llegó a ser el Capitán América. El caso es que no sólo muere dicho doctor sino uno de los soldados encargados de su custodia: Ben Parker. A partir de ahí todo cambia, Rogers se embarca en otro proyecto llamado ni más ni menos que "IronMan". Los años pasan y tenemos a un joven Peter Parker que se ha criado únicamente bajo el manto de su abuela May y se ha convertido en un chico problemático. Sus "travesuras" lo llevan a robar un coche y largarse con sus amigos por el desierto, donde se encontrará en un campo de pruebas armamentísticas en el que es detonada una bomba Gamma...

El tebeo. Partiendo de que Edwards hace un gran trabajo nos encontramos ante un What if poco desarrollado, y me explico. JMS se entretiene mucho en el hecho de la bala y filosofias alrededor de la misma que ocupan páginas y páginas... sin venir a cuento. Sin embargo, cambia la vida de algunos héroes y no la de otros, hasta ahí estoy de acuerdo pero te deja la sensación de que se deja cosas en el tintero y que ha acelerado historias sólo para contar un principio y un final, como si el relleno le hubiera dado igual. Ojo, no digo que sea una mala historia, ni mucho menos, a mi me ha gustado por las posibilidades que ha barajado, simplemente digo que me ha dejado una sensación de rapidez por llegar al final. Final que, por cierto, me ha parecido brutal y la mar de interesante.

De esos tebeos que no son verdaderas obras de arte pero que, una vez en tu estantería, estoy seguro que más de una vez te pica el gusanillo de volverte a leer, y eso ya es mucho hoy en día.