Los Muertos Vivientes están muy Vivos

No me gusta el western, y nunca me ha gustado. Muy buena tiene que ser la historia para que lea, vea o me entretenga con algo relacionado con el oeste, los pistoleros el bueno, el feo y el malo. Ahora bien, hay excepciones, ¿porqué? Porque son historias o películas que, independientemente del género, han conseguido captarme. Eso es lo que pretengo con vosotros ahora y Los Muertos Vivientes de Robert Kirkman.

No soy muy ducho en ciencias u otros menesteres importantes pero sí se de algo es de zombies. Triste pero verdad, aunque allá vosotros el día que os invadan y busquéis a un experto como yo, ejem. En fin, el caso es que he leído mucho sobre el tema, he visto todas las pelis habidas y por haber, incluso he indagado en libros sobre el fenónemos (vudú y esas cosas) y más tonterías. Lo que ocurre es que en ciertos casos llega un momento en que te aburres, pero no porque el tema deja de interesarte sino porque no hay nada bueno, nada que te llame la atención y empieza a tener ese regustito a repetitivo. Con Los Muertos Vivientes eso no ocurre.

Si bien es cierto que hubo momentos en los que se estancó y parecía que la historia no iba a ninguna parte, nos encontramos ahora con números de los cuales se podría hacer una película entera ella solita con ese argumento. CON TODO ESTO os vengo a decir que si estáis sedientos de buenas historias, buenos personajes, sufrir la emoción, la tristeza y la "alegría" de un tebeo, es una buena oportunidad para ello.

En Los Muertos Vivientes Kirkman se permite el lujo de no estar limitado con lo que puede experimentar y avanzar con los personajes por donde le plazca pero siempre sin salirse de lo que es la mente humana: sus deseos, la supervivencia, la experiencia, etc... El autor parece uno más del grupo y en ningún momento deja de tener el más mínimo detalle por sus protagonistas.

Kirkman tiene un plan para todos, incluso para tí.