El Camino de Santiago y yo (2a parte)

Así pues, estuve preparando todo el material que pude y un dia de agosto, sin ninguna despedida y con críticas por parte de todos mis conocidos, pillé un tren a Burgos. La llegada fue espectacular, me bajé en pantalón y manga corta, sólo pisar el suelo una ráfaga de aire me dejó los cojoncillos como guiosantes. Así que ya me véis a las 7 de la mañana metiéndome en el lavabo de la estación a cambiarme.

Pelado de frío me fui directo al albergue para conseguir una credencial de Peregrino puesto que sino ella no puedes dormir en los albergues y mucho menos conseguir la Compostela, incluso es una forma de certificar los pueblos y lugares por los que has pasado. Sólo llegar había un ciclista cagándose en todo porque le habían robado la radio. "Empezamos bien" me dije. Después de la caminata me dijeron que hasta la tarde no habría nadie para dar credenciales, lo cual no me importó porque mi idea era pasar el día en Burgos y aprovechar para conocer la ciudad. Seguidamente me fui a desayunar a una pizzería, donde 5 minutos después de sentarme entró un tipo a atracarla. En serio, todo esto entre las 7 y las 10 de la mañana. Aquello fue un show, el empleado cogió dos cajas de pizza vacías (familiares) y empezó a arrearle fostiazos al intento de atracador aquel. Me quedé tan flipao que me cayó toda la pizza en los pantalones.

Después de parar en el hostal visité la ciudad y conseguí un bastón y una concha. ¡El bastón es muy importante! Ayuda mucho en las etapas conocidas como "rompepiernas" porque hay muchas subidas y bajadas y te ayuda sobre todo en lo más jodido: las bajadas.

Al día siguiente empecé a caminar, ¿el plan? Ninguno. Cómo no sabía cuanto podía andar no podía establecer etapas previas, así que empecé y me dije que cuando me cansara ya pararía. Y así sucedió, me casqué 26 kilómetros el primer día. El camino estuvo bien y no hacía calor, almenos para mí porque sólo dos horas después de comenzar había una ambulancia en medio de la nada atendiendo a un hombre al que le había dado un chungo... casi nada. Llegué medio cansado, así que supe que podría hacer más pero que esa podría ser mi media. Sólo llegar me dieron un susto de muerte. Fue sentarme en la cama y entró un tipo delgado gritando "¡Y el de Lledia!¿¡Quién es el de Lleida?!" Pensaba que algo había ocurrido en casa pero luego me pregunté como coño me habían localizado, pues ni una cosa ni otra. Cuando tu llegas a un albergue dejas escrito en un registro tu paso por allí y justamente ese chico era de Lleida, bueno, él y los que venían con él. Así que antes de acabar el primer día ya conocí a los primeros pelegrinos, encima de mi tierra.

Con ellos hice el resto del camino, aunque "con ellos" me refiero que era con quien entablé amistad puesto que caminar, lo que es caminar, se suele hacer solo y a tu ritmo, mejor no ir al ritmo de nadie, no es aconsejable, para nada.

Conocí muchos lugares, a muchísima gente y hay tantas anécdotas que contar que necesitaría un blog para mí sólo (aparte de este, claro) para contar todo lo que sucedió. El caso es que, pese a lo que muchos creían, llegué a Santiago de Compostela y lo más importante de todo es que durante el camino me lo pasé bomba, que de eso se trata. Sólo unos apuntes antes de cerrar este post:

1-La mejor guía es El camino de Santiago a pie del País Aguilar, confiad en mí, es lo mejor que hay.
2-Es importante llevar bastón, ayuda en las etapas rompepiernas
3-Nunca camines con la meta en mente, simplemente intenta llega ese día y disfrutarlo lo mejor que puedas.

Ea, y eso es todo :)

5 comentarios:

Mikel87 dijo...
Este comentario ha sido eliminado por el autor.
Mikel87 dijo...

¿Te dan allí el típico bastón y la concha? Creía que nadie las llevaría.
¿En cuántod días lo hiciste? Me están entrando unas ganas tremendas de hacerlo. Por cierto, ¿para comer hay algún sitio o te llevas la comida y la comes en el albergue?
PD: vaya anécdota nada más llegar, presenciar un atraco... menos mal que todo quedó en un susto.

Paco Hernández dijo...

Mikel-el baston y la concha los puedes comprar en cualquier parte del camino, los venden a montones. Pues de Burgos a Santiago estuve unos 20 días y luego me quedé 2 para ver la ciudad.
Por la comida no te preocupes, nosotros lo que hacíamos era ir de menú (baratito, que siempre hay) al mediodía y entre unos cuantos comprábamos cena por la noche.

Unknown dijo...

20 días de viaje. Vaya tela. La verdad es que mucha gente hace el camino sin tener ningun motivo religioso.

Yo espero hacerlo alguna vez (cosas que hacer antes de morir: tener un hijo, escribir un libro/comic, plantar un arbol y hacer el camino de santiago), llevarme la camara, hacer cientos de fotos, conocer a gente, y sobrevivir sin que tengan que amputarme los pies.

Y SIP, el baston es imprescindible, ya he hecho senderismo más de una vez con mi pareja y sin el bastón es una tortura xD.

Anónimo dijo...

Muy interesante, la verdad es que si algun día tuviera la oportunidad me gustaría hacerlo . . . me ha gustado estos dos post ;P

 


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