Pues dos lecturas más que pasan a mi bolsita de pasatiempos. Esta vez, sin embargo, la cosa se ha descontrolado ya que uno de mis autores favoritos me ha decepcionado bastante y por el contrario he descubierto uno nuevo que me ha hecho pasar buenos momentos.
Este autor tiene obras realmente perfectas y en cambio otras que se van justamente al otro lado de las valoraciones, en mi opinión, siendo realmente pésimas. Esas son El Diamante de Jerusalén, que en su día ya leí enterito, y que ha sido una de las peores pesadillas literarias que han pasado por mis manos. Y la otra la que he dejado de leer porque decidí no malgastar un segundo más de vida en ella: El Comité de la Muerte. En esta novela Gordon nos narra como varios médicos de un hospital se enfrentan a un juicio interno por la muerte de una niña a la cual le fue transplantado un riñón. Creedme si os digo que después de 120 páginas no pude más y casi lo tiro a la papelera si no fuera porque era de la biblioteca. Después de tantas y tantas páginas no ocurre nada más allá que presentarnos a los personajes (una y otra vez) con historias totalmente dispensables y de poco contenido. Nada recomendable.
La cosa fue así.
Conner-A la hora del desayuno he cogido un libro nuevo para leer en el trayecto a Barna.
Jefa-(Directamente) ¿Quieres leer algo realmente interesante?
Conner-Sorpréndeme.
Jefa-Las intermitencias de la muerte de José Saramago
Conner-¿Y ese quien es?
Jefa- (Flipándolo en colores ante la incultura de su trabajador más guapo y más listo y más de todos) Un Nobel, además de muy buen autor. Uno de mis favoritos, te recomiendo esa lectura.
Y tal como salí del curro ese dia me fui a coger prestado dicho libro que, gracias a dios, estaba disponible. Y oye tu, ha sido una maravilla, en serio. He disfrutado como un crío leyéndolo, todo y tener un tipo de narración muy atípica...esperad, repito, A-TÍ-PI-CA, es muy ameno y fácilmente te lo puedes leer en un viaje o en un fin de semana.
Imaginad qué sucedería si a partir de la última camapanada de medianoche de fin de año la gente dejase de morir. Pues eso es que lo que nos plantea el libro. Ahora bien, hacia una tercera parte del final del mismo la historia cambia su rumbo, siendo algo más lenta. De todas formas os animo a continuar leyendo ya que la narración adquiere un tono diferente y se convierte en otro libro, pero no por ello menos bueno, al contrario, le da el toque final que el libro necesitaba. Muy recomendado.
4 comentarios:
Veo que acabas de descubrir a Jose Saramago.
Pues ahi van unas cuantas recomendaciones (te vas a hartar del portugues):
-Ensayo sobre la ceguera.
-Todos los nombres.
-El hombre duplicado.
Y si todavia tienes gans de más:
-La caverna.
-Ensayo sobre la lucidez.
No cabe duda que estamos ante uno de los escritores más interesantes de la literatura de todos los tiempos.
Lo que me resulta extraño es que no lo conocieras.
No te suena la vez que los del CQC de la era Wyoming,entrevistarón a Esperanza Aguirre (en la primera ligeslatura que gobernó el PP, cuando era ministra de cultura), y le preguntarón que le parecia que Saramago hubiera ganado el Nobel, y ella afirmó desconocer a "esa señora".
Para partirte de la risa.
Hombre, no conocer a Saramago es para flipar. Yo secundo las recomendaciones de Osterman, especialmente los ensayos sobre la ceguera y la lucidez. Eso sí, te recomiendo negativamente El evangelio según Jesucristo que para mi gusto es un poco tostón. Me encanta la manera de escribir de Saramago pero a mí ese me pesó demasiado. La balsa de piedra también es muy interesante y no es demasiado largo. Cuenta una hipotética escisión de la península ibérica por los Pirineos y como nos convertimos en una enorme balsa flotante...
Mira que no conocer a Saramago...aissssss
El Ensayo sobre la Ceguera sobre todo, muy recomendable.
Y nos apuntamos esas dos lecturas "mortales"
¡De eso nada!
Estoy lejos de cualquier biblioteca y me ha tocado releer História do cerco de Lisboa. Está muy bien.
"Chegando a hora do almoço, Raimundo Silva fará uma omeleta con três ovos com chouriço, excesso dietético que o seu fígado por enquanto ainda aguenta. Com um prato de sopa, uma laranja, um copo de vinho, um café para rematar, de mais nao necessita quem tem esta vida sedentária."
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Ismael, el Tití Ribiera.
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