En los más de tres años que llevo en este blog JAMÁS, y repito, JAMÁS he hecho alusión al número de visitas que tengo a no ser que fuera simplemente para daros las gracias por ellas. Hoy, a modo de excepción, voy a hacer alarde de ello y aprovecharme de la media de 150 visitas diarias que tengo (algo tan maravilloso para mi que no tengo palabras para agradecéroslo) porque creo que es importante y, por primera vez, un honor y un deber para con mis lectores hablaros sobre una persona: Irena Sendler.
Hace ahora unas tres semanas me llegó al correo el típico powerpoint matutino, en él se me hablaba de una mujer, una mujer tan maravillosa que había conseguido algo que, sinceramente, me costaba creer. Así que investigué y no tardé mucho en descubrir que lo que había leído era totalmente cierto, diez minutos después estaba en la librería más cercana comprando el único libro publicado hasta la fecha en España y que habla sobre el tema: La madre de los niños del holocausto, de Anna Miesxkowska.
El libro nos narra la historia de Irena Sendler, una trabajadora de los Servicios Sociales de Varsovia de poco más de 20 años de edad que entre 1943 y 1945 logró salvar de la muerte a más de 2.500 niños judíos, habéis leído bien, 2.500 niños judíos. Y sólo contamos a los niños, Irena salvó a muchísima más gente. Cuando los alemanes tomaron Varsovia y crearon en él el gueto judío sólo había una forma de salir de allí: los trenes que los llevaban a los campos de concentración. Ahora bien, Irena encontró otra solución; uniéndose a la organización secreta Zegota, empezó a coordinar y organizar colaboradores para sacar de allí a cuantos más niños mejor, de cualquier forma: en sacos de patatas, en ambulancias que transportaban desinfectante, con perros peligrosos en camionetas que ladraran de modo que los alemanes no pudieran oir el llanto de los pequeños, etc...
Sacarlos del gueto no era su único trabajo, Irena se dedicaba a encontrarles refugio y una familia de acogida, creando un "fichero" en el que anotaba la familia de procedencia y la de destino para que si algún día acabara la guerra poder devolver los niños a sus padres, un "fichero" del que sólo ella tenía constancia. Por desgracia, en octubre de 1943 fue descubierta por la Gestapo y llevada a la prisión de Piwska, donde fue torturada durante varios días, allí le rompieron los pies y las piernas, y vió morir niños de la forma más cruel que podáis imaginar, aún y así no abrió la boca "mi vida no era nada comparada con las cientos de familias que podían matar". Semanas después, en la víspera de su fusilamiento, fue liberada por un soldado alemán que su propia organización había sobornado.
El trabajo de Irena no acabó ahí, día y noche ella y sus colaboradores, montaban hospicios, hospitales, asistían partos, escondían famílias... Y cuando acabó la guerra continuó luchando, cada día, por los necesitados, por todo aquel que necesitase que alguien le tendiera una mano, y esa era la mano de Irena Sendler. En el libro podréis encontrar algunas de las cartas de agradecimiento que escribieron algunos de los niños, ya ancianos, a la que había sido su salvadora. Y es que la historia de Irena no se conoció hasta los años 80, fue una de tantas heroínas anónimas que tiene nuestro pasado.
No os cuento más por varias razones; la primera de ellas es porque se me hace difícil escribir este post, parece fácil pero no lo es. Creo que, de algún modo, al tener la oportunidad de llegar a unas decenas de personas es para mi una obligación hacia vosotros el que conozcáis a alguien así, ES IMPORTANTE QUE SEPÁIS SU HISTORIA. De ahí el segundo motivo, no se puede comprender del todo si no leéis el libro, el mío ya tiene lista de espera y desde aquí pido perdon de antemano por el estado de algunas páginas. Todas y cada una de las páginas fueron leídas con el corazón en un puño. En más de una ocasión, cuando me dí cuenta, hacía rato que estaba llorando, pero no de las desgracias que acontecen en él sino por la emoción y el sentimiento que nace al ver el sacrificio, el valor, el miedo, la tenacidad y el corazón que emana de las personas en los momentos más difíciles. Si bien es cierto que el ser humano es capaz de las peores atrocidades también lo es de todo lo contrario. Esa es la razón por la que os digo que es importante que conozcáis su historia, porque ya sabemos qué ocurrió en aquel entonces, somos conocedores de los datos más crueles pero es bueno para el alma saber también que somos capaces de hacer tanto bien.
Unos datos antes de cerrar el post: fue propuesta al premio nobel de la paz, pero se lo llevó Al Gore por el powerpoint del calentamiento Global. Por otro lado, Anna Paquin (que es clavada a la mujer cuando era joven) hizo una tv movie en 2009, aún tengo que verla, pero bueno, que lo sepáis.
Aquí leemos y hablamos de superhéroes día si y día tambien, pues bien, ella era uno de ellos, una de las más grandes, la Wonder Woman polaca. Señoras y señores, he aquí un Ángel, he aquí a Irena Sendler.
Hace ahora unas tres semanas me llegó al correo el típico powerpoint matutino, en él se me hablaba de una mujer, una mujer tan maravillosa que había conseguido algo que, sinceramente, me costaba creer. Así que investigué y no tardé mucho en descubrir que lo que había leído era totalmente cierto, diez minutos después estaba en la librería más cercana comprando el único libro publicado hasta la fecha en España y que habla sobre el tema: La madre de los niños del holocausto, de Anna Miesxkowska.
El libro nos narra la historia de Irena Sendler, una trabajadora de los Servicios Sociales de Varsovia de poco más de 20 años de edad que entre 1943 y 1945 logró salvar de la muerte a más de 2.500 niños judíos, habéis leído bien, 2.500 niños judíos. Y sólo contamos a los niños, Irena salvó a muchísima más gente. Cuando los alemanes tomaron Varsovia y crearon en él el gueto judío sólo había una forma de salir de allí: los trenes que los llevaban a los campos de concentración. Ahora bien, Irena encontró otra solución; uniéndose a la organización secreta Zegota, empezó a coordinar y organizar colaboradores para sacar de allí a cuantos más niños mejor, de cualquier forma: en sacos de patatas, en ambulancias que transportaban desinfectante, con perros peligrosos en camionetas que ladraran de modo que los alemanes no pudieran oir el llanto de los pequeños, etc...
Sacarlos del gueto no era su único trabajo, Irena se dedicaba a encontrarles refugio y una familia de acogida, creando un "fichero" en el que anotaba la familia de procedencia y la de destino para que si algún día acabara la guerra poder devolver los niños a sus padres, un "fichero" del que sólo ella tenía constancia. Por desgracia, en octubre de 1943 fue descubierta por la Gestapo y llevada a la prisión de Piwska, donde fue torturada durante varios días, allí le rompieron los pies y las piernas, y vió morir niños de la forma más cruel que podáis imaginar, aún y así no abrió la boca "mi vida no era nada comparada con las cientos de familias que podían matar". Semanas después, en la víspera de su fusilamiento, fue liberada por un soldado alemán que su propia organización había sobornado.
El trabajo de Irena no acabó ahí, día y noche ella y sus colaboradores, montaban hospicios, hospitales, asistían partos, escondían famílias... Y cuando acabó la guerra continuó luchando, cada día, por los necesitados, por todo aquel que necesitase que alguien le tendiera una mano, y esa era la mano de Irena Sendler. En el libro podréis encontrar algunas de las cartas de agradecimiento que escribieron algunos de los niños, ya ancianos, a la que había sido su salvadora. Y es que la historia de Irena no se conoció hasta los años 80, fue una de tantas heroínas anónimas que tiene nuestro pasado.
No os cuento más por varias razones; la primera de ellas es porque se me hace difícil escribir este post, parece fácil pero no lo es. Creo que, de algún modo, al tener la oportunidad de llegar a unas decenas de personas es para mi una obligación hacia vosotros el que conozcáis a alguien así, ES IMPORTANTE QUE SEPÁIS SU HISTORIA. De ahí el segundo motivo, no se puede comprender del todo si no leéis el libro, el mío ya tiene lista de espera y desde aquí pido perdon de antemano por el estado de algunas páginas. Todas y cada una de las páginas fueron leídas con el corazón en un puño. En más de una ocasión, cuando me dí cuenta, hacía rato que estaba llorando, pero no de las desgracias que acontecen en él sino por la emoción y el sentimiento que nace al ver el sacrificio, el valor, el miedo, la tenacidad y el corazón que emana de las personas en los momentos más difíciles. Si bien es cierto que el ser humano es capaz de las peores atrocidades también lo es de todo lo contrario. Esa es la razón por la que os digo que es importante que conozcáis su historia, porque ya sabemos qué ocurrió en aquel entonces, somos conocedores de los datos más crueles pero es bueno para el alma saber también que somos capaces de hacer tanto bien.
Unos datos antes de cerrar el post: fue propuesta al premio nobel de la paz, pero se lo llevó Al Gore por el powerpoint del calentamiento Global. Por otro lado, Anna Paquin (que es clavada a la mujer cuando era joven) hizo una tv movie en 2009, aún tengo que verla, pero bueno, que lo sepáis.
Aquí leemos y hablamos de superhéroes día si y día tambien, pues bien, ella era uno de ellos, una de las más grandes, la Wonder Woman polaca. Señoras y señores, he aquí un Ángel, he aquí a Irena Sendler.
6 comentarios:
Se me han puesto los pelos de punta. Es muy triste como apenas se sabe nada de gente como esta mujer (bueno como ella no hay nadie), deberian de hablar más de estos heroes (la palabra se queda corta), en los colegios, en la tele... no sé.
Me apunto el libro para una futura lectura. Gracias por la info ;)
Por culpa de gente como ella no pudimos invadir Rusia...
Cagüen...
La mierda, Conner. Me has emocionado.
Y a Ximi también, pero ya sabes... Él llora bajo la máscara.
Bueno ya tengo el siguiente libro a leer muchas gracias
Saludos
Yo retransmito esto a mis victorianas y victorianos.
Gracias.
Gracias, es un excelente reconociento a esta dama, de verdad que me dejo hecha un pañuelo...
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