Disfrutando del Kung Fu Panda

Pues anoche tardecito nos fuimos a la sesión de las golfas (me encanta cuando lo digo así) a ver NArn... ¡¡esperad!! ¡¡tios, que ya han estrenado Kung Fu Panda!! Así que desplegué mis artes oscuras (o la véis conmigo o no os ajunto unca más) y los convencí grácimente para ver la peli. Y como me lo agradecieron.

La película está genial desde todos y cada uno de los lados que la mires: la animación se sale y desborda el detallismo que te cagas, el guión es completito con tanta acción, humor y tristeza, por otro lado la banda sonora es de nuestro amigo Zimmer, algo que ni me esperaba, y que queda de maravilla, en definitiva una gozada de peli de hora y media que ni le sobra ni le falta nada, aunque pa gustos colores.

Digamos que es de esas que a medida que la iba disfrutando en el cine me iba frotando las manos y sólo pensaba en cuando saldría en dvd para hacerla míaaaa, míaaaaa, mua jua jua jua!! Durante la proyección pudimos ver dos tipos de onomatopeyas: jajaja y ohhhh, la una de las risas que te dabas y la otra de cuando flipabas por la animación y la fotografía de algunas escenas. Quizá fuera porque me identifiqué con el oso subiendo las escaleras, comiendo y con la barrigota rebotando, pero para mi es la mejor desde Los Increíbles.

La anécdota fue que, queda feo decirlo pero lo vi con mis propios ojos, cuando fui a comprar unas chuches en la tienda del cine me vi a la tía que las vendía con una bolsita detrás del mostrador que contenía chuches de diferentes tipos: fresita con granitos de arena, palote con pelo, etc... ¿Y que iba haciendo? Pues lo que todo buen trabajador y mandado tiene que hacer, limpiarlas una a una con un trapito para posteriormente... ay dios mio, no lo quiero ni pensar.